Esta semana Santiago estuvo trabajando en los canteros de
la huerta para autoconsumo. Primero mostró el tomate cherry amarillo y la
lechuga, que se habían trasplantado en el mes de diciembre, también la variedad
de tomate platense amarrillo y repollo.
Explicó la importancia de dejar semillar una planta para
próximas siembras, y de esa manera se consigue una planta rusticada y arraigada
al lugar. Cosechó semillas de acelga, que dejó que se seque en la planta, hasta
tomar un color amarronado. Las semillas deben guardarse en un lugar seco,
oscuro y en lo posible en sobres de papel o entre papeles de diario, para que
absorba la humead que le pueda quedar.
Destacó que todo está tratado en forma orgánica, con un
buen compost y sin el uso de herbicidas, insecticidas, ni pesticidas. También
enseñó una manera sencilla y a muy bajo costo de sembrar, realizó un almácigo
en bolsas, dándole la profundidad necesaria para que la planta pueda crecer.
Sembró rúcula, perejil y acelga.